martes, 18 de diciembre de 2012

VOLVER

Vuelve Carlos Bianchi. Aunque no quiso antes el regreso. Con sus sienes tan plateadas como siempre por el tiempo. Vuelve al ruedo uno de los más grandes entrenadores que haya dado el fútbol argentino. Está claro que los DT´s no juegan, pero no se puede negar que la expectativa y la jerarquía crecen de la mano gracias a esta movida.
Con Bianchi vuelven las añoranzas, los logros y la gloria del ayer en Boca Juniors, aunque deben reverdecerse. No es tarea fácil. La expectativa y la exigencia son las mismas, pero los jugadores son otros, la realidad futbolística argentina es otra y Bianchi hace 6 años que no dirige. ¿Cuán diferente puede ser el panorama con el que se encuentre?.
Bianchi vuelve con su capacidad de convencer al jugador que puede; vuelve con su pensamiento intacto sobre el respeto por el orden y los horarios; vuelve dispuesto a ir al frente de la manada predicando con el ejemplo llegando a las 7:30 a tomar mates con los utileros cuando todo el plantel lo haga a las 8; vuelve dispuesto a sacrificar calidad de vida en pos de una pasión; vuelve para inyectar mentalidad positiva y demostrar que se puede tratar por igual al pibe que recién empieza y a la gran estrella; vuelve con su trabajo en equipo por encima de las individualidades y los egos; vuelve con la frontalidad que le permite generar credibilidad en el jugador haciéndole saber a quien fuere que jugó brillante, o pésimo, o que se busque club por ser la última opción como alguna vez le confirmó cara a cara a Claudio Caniggia; vuelve para enojarse al extremo cuando sea necesario; vuelve para hacerle ver a sus jugadores que pueden hacerlo. Vuelve. Bianchi vuelve. Ya no quiere vivir con el alma aferrada a un dulce recuerdo y adivina el parpadeo de las luces que a lo lejos van marcando su retorno.    

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